Por Ángel Huerta
Este martes, la estrella de la noche fue la “obra maestra” que Kahlo realizó en 1949, la pintura Diego y yo, de Frida Kahlo, rompió un récord de ventas pues se convirtió en la obra latinoamericana más cara, al alcanzar un precio de 34.8 millones de dólares en la subasta de Sotheby’s (Sotheby´s es una casa de subastas, mayoritariamente de obras de arte y demás objetos coleccionables, fundada en el Reino Unido y que actualmente tiene perfil multinacional) en Nueva York.
La estrella de la noche es, “uno de los últimos y más importantes autorretratos”. En 2016 la marca previa fue establecida en 8 millones de dólares. La pintura muestra el rostro de Kahlo con un tercer ojo en el que representa a Diego Rivero, su compañero.
El cuadro ha sido analizado como un símbolo de la relación de la artista con su esposo. Se inscribe en un periodo de los años finales de la artista, en el que “era plenamente consciente de que, a pesar de haber alcanzado la plena autonomía creativa, su cuerpo y su salud estaban en decadencia”.
En la pintura resaltó en el catálogo la frase “Yo no pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad”. El autorretato fue un género recurrente en Frida Kahlo, desde los años 20 del siglo pasado, continuó a lo largo de su vida, hasta su muerte en 1954. No fue una simple representación corporal, sino una expresión de un discurso visual sobre contextos culturales y políticos que rodeaban a Frida Kahlo.
La obra fue adquirida directamente a la artista por Sam Williams y Florence Arquine, a quienes les fue dedicada en el reverso del lienzo la inscripción “Para Florence y Sam con el amor de Frida. Junio, 1949” por la propia artista. La casa de subastas informó que la pintura pertenece a una colección privada.
29/09/2024
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