Las sorprendentes razones por las que "El Profesor Jirafales" le llevaba siempre rosas a "Doña Florinda"

Uno de los romances más representativos de la serie “El Chavo del 8”, fue el supuesto amor que existía entre “Doña Florinda” y “El Profesor Jirafales”, mismo que nunca llegó a concretarse durante los episodios de la serie. Aunque no hubo ni una muestra de afecto entre ellos, más allá de abrazos sinceros y alguna tomada de mano, la audiencia sabía que los personajes estaban muy enamorados el uno del otro. 

Tanto Rubén Aguirre ("El Profesor Jirafales"), como Florinda Meza ("Doña Florinda") supieron dar matices interesantes a sus personajes, mismos que se conjuntaban muy bien al estar juntos en pantalla. La madre de "Quico" y el regañón maestro supieron externar un interés amoroso sin expresarlo notoriamente, juego que llamó mucho la atención de la audiencia, e hizo que millones se ilusionaran a profundidad con esa historia de amor. 

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Sus encuentros, además de románticos, eran muy simpáticos; siempre interrumpidos por alguno de los niños de la vecindad, atropellados por el mal carácter de “Don Ramón” -y la mala relación que tenían él y “Doña Florinda”- o sujetos a ser observados fijamente durante sus conversaciones por el resto de los personajes. Estas situaciones llenaban de risa al público en sus casas, y es solo uno de los elementos que conformaron el éxito de la afamada serie. 

Las razones por las que “Doña Florinda” siempre recibía flores de “El Profesor Jirafales”

Desde hace muchos años, obsequiar rosas a una dama es símbolo de amor, deseo y pasión, razón por las que generalmente los enamorados entregan hermosos ramos a las mujeres que los conquistaron. Aunque este era uno de las razones por los que “El Profesor Jirafales” llevaba un ramo de rosas a su enamorada cada vez que se veían, el verdadero motivo por el que no podían faltar las flores para “Doña Florinda” es que Chespirito buscó darle repetitividad a los gestos de los personajes, creando así una imagen concreta de la figura, gustos y elementos distintivos de cada uno. Así como las rosas y “la tacita de café” representaban a la pareja, la pelota de “Quico”, el barril de “El Chavo” y la muñeca de “la Chilindrina” jugaban el mismo rol.